sábado, 6 de noviembre de 2010

I always come to you

Huí de ti. Decidí una mañana que no te necesitaba y me fui. Me convencía poco a poco que había sido lo mejor. Recordé todas las veces que me hiciste llorar, todas las veces que me hiciste esperar. Fui Feliz. Por un momento me sentí libre y me lancé a correr. Los caminos estaban llenos de espinas y me lastimé, nada grave, pero sangraba. El dolor me hizo recordar aquel día lluvioso en el que no llegaste. Mis centrífugos pensamientos me provocaron varias caídas que me dejaron gravemente herida, mi vista se nubló y quedé ciega. Caminaba a tientas en busca de calor. Cuando me rendí, cuando paré de luchar, cuando yacía en medio de lamentos, lágrimas y desconsuelo... Una paz enervante calentó mi alma, sentí tu mano acariciar la mía.

Había estado buscándote mientras huía de ti.





1 comentario:

daniel herrera dijo...

te deja pensando, aunque solo sean titubeos que van y vienen, te deja pensando en todo el mal y bien que ha venido ati, y alos demas, por cosas que nisiquiera supiste